Garate, Miriam Viviana2017-09-152017-09-152016-08https://dspace.unila.edu.br/handle/123456789/2379IX Congresso Brasileiro de Hispanistas realizado nos dias 22 a 25 agosto 2016La “combinación singular de exploración, vivencia y registro” (Kohan 2011) es un rasgo recurrente en los textos de Villoro. También lo es la presencia de figuras paternas, constante tanto en sus ensayos críticos como en sus crónicas. Calvino: el mapa de la lluvia (2001) o ¿También tiene sus leyes el infierno? Mefisto, de Klaus Mann (2008) evocan trayectorias de escritores que pretenden construirse a contramano de la imago paterna. El libro negro (2005) convoca la memoria familiar con el propósito de delinear, a partir de ciertas características del padre, vivencias decisivas para la sociedad mexicana de los años 60 y para el sujeto que rememora. 8.8. El miedo en el espejo (2010) principia y concluye con un motivo asociado a la figura paterna. Mi padre, el cartaginés (2011) ocupa un lugar destacado en esa constelación. Se trata de una crónica que busca establecer el papel desempeñado por los desplazamientos y desfases en la trayectoria de ese Hiperión “comprometido con las esencias nacionales” primero y con la puesta en vida del indigenismo zapatista más tarde, que fue Luis Villoro (19292014). Partiendo de la distinción de Said (1983) entre filiación/afiliación y del modelo tripartito que de ella deriva, propongo una lectura de Mi padre, el cartaginés. ¿Qué afiliaciones y desafiliaciones son tramadas a lo largo de un texto que circula entre Cartago y Chiapas, Bélgica, el DF y Barcelona? ¿Qué padre se reinventa al leerlo bajo el signo de Nieztsche y sus consideraciones intempestivas, de Agamben y su pregunta por lo contemporáneo, de Brecht y su estética del distanciamiento?spaopenAccessJuan Villoro (1956-) - escritor mexicanoDisidencia y herencia en la escritura de Juan Villoro. A propósito de Mi padre, el cartaginésconferenceObject